Los ecosistemas de agua dulce se encuentran compuestos por ríos, lagos, lagunas, glaciares y recursos hídricos subterráneos que son llamados aguas subterráneas y depósitos subterráneos, muy común en lugares como América del Sur y también en los ecosistemas marinos y costeros, como por ejemplo, en los manglares y los arrecifes, y en las zonas costeras de los mares y océanos.
Cada tipo de ecosistema acuático cuenta con un cuerpo de biotopo de agua, tales como mares, océanos, ríos, lagos, pantanos, entre otros. Los principales ecosistemas acuáticos son los marinos y los de agua dulce.
Importancia ecológica de los ecosistemas de agua dulce
Las variaciones y las regularidades de las aguas del río son muy importantes para las plantas, animales y seres humanos que viven a lo largo de su curso, la fauna de los ríos es de anfibios, peces y una gran variedad de invertebrados acuáticos.
Los ríos y sus llanuras de inundación sustentan ecosistemas diversos, no sólo por la cantidad de agua dulce, sino para soportar la vida, y por la cantidad de insectos y plantas que mantiene y forman la base de las cadenas alimentarias.
Ecosistema de agua dulce y sus divisiones
El ecosistema de agua dulce se divide en ecosistemas fluyentes, lóticos y zonas húmedas.
Fluyentes: en este ecosistema, el agua es de bajo flujo o incluso, con agua parada, como es el caso de lagos, charcas y embalses. Pueden ser en agua salina, dulce, en un ambiente continental o de la costa. Desde el punto de vista geográfico son formaciones consideradas recientes.
Lóticos: es el ecosistema de agua en ríos, arroyos y riachuelos, con aguas corrientes, que son transportadas las descargas de agua superficial. Transportan sustancias cinéticas llevándolas hacia el mar, pasando también material insoluble, bajo la forma de erosión y en el curso inferior bajo la forma de sedimentación.
Humedales: las zonas en las que el suelo está saturado con agua, o zonas en las que el suelo está inundado durante parte del año.